Precedentes Históricos
La acepción colla o “conlloga” nos remite a un grupo de amigos o de compañeros que se han reunido deliberadamente y han decidido sumar esfuerzos para conseguir un objetivo. En nuestro caso, el objetivo es la fiesta. En cuanto a las collas festeras de Castellón de la Plana, tenemos que decir que desde un buen comienzo, hay documentos en los que aparecen datos que testimonian su presencia en la fiesta grande de Castellón antes que otros colectivos festeros, como por ejemplo las Comisiones de Sector, o la Junta de Fiestas.
En efecto, el precedente histórico de las collas festeras tendríamos que buscarlo en una antigua tradición de nuestra tierra, según la cual grupos de amigos, jóvenes y mayores, se agrupaban en collas informales para juntos participar en la Romería de las Cañas, los días de Pascua, o en cualquier otro día festivo. Y no podía ser de otro modo, porque si hay algún momento en el que el pueblo muestra sus raíces es, y así tiene que ser, en el mundo festero, pero sobre todo en unas fiestas como por ejemplo las nuestras en las que se evoca la fundación de la ciudad por Jaume I, con todo lo que esto comporta en cuanto a los valores que nos pertenecen.
La crisis de la estructura de los Sectores Gaiateros, a mediados de la década de los 70 —con la caída de la Dictadura y el cambio hacia un sistema de libertades— provocó, a principios de los años 80, la aparición de nuevos colectivos festeros con unos idearios diferentes a los “oficiales” y con unas señales de identidad propias. El empujón del asociacionismo hará que el colectivo de collas festeras tome una fuerza y un dinamismo tan grande que llegue a convertirse en un nuevo fenómeno en expansión, capaz de dar un tumbo a la estructura oficialista de la Fiesta.
En el año 1993 la diversidad de collas existente se reúne para fundar un nuevo ente festero, la Federación Collas de Castellón. La aparición de este nuevo colectivo —que a estas alturas cuenta con más de cien pandillas federadas— ha sido un intento para revitalizar la participación ciudadana en las fiestas, con unos postulados próximos a la idea de la “fiesta popular”. Y es así como la fiesta volvió a bajar a la calle, un lugar que nunca se tendría que haber perdido. Y es cuando el pueblo reconquista la calle, ese lugar paradigmático, espacio de convivencia y de encuentro, cuando la fiesta se convierte en una catarsis colectiva y elemento de liberación social, es decir una válvula de seguridad del sistema que equilibra continuidad y cambio.
Carta Fundacional
La Federación Collas de Castellón —a partir de ahora FCC— nació el día en el que representantes de dieciocho pandillas firmaron los Estatutos de una nueva asociación cultural, en el salón de actos del Centro Municipal de Cultura. Corría el día 14 de octubre del año 1993.
Los primeros años del colectivo festero fueron de una actividad frenética. Se organizaban propuestas, se formaban comisiones de trabajo, había entusiasmo y mucha ilusión. Todo el mundo aportaba su granito de arena para proponer ideas en un mismo proyecto en común. La participación activa en la Cabalgata del Pregón, mediante la representación de escenas costumbristas o la aportación simpática, colorista y desenfadada de los cadafales durante la Cabalgata del Pregón, la recuperación y dignificación de la “Torná de la Romería”, la creación de la Escuela Municipal de Dolçaina y Tabal, en 1994, y la recuperación de la fiesta de la Noche de San Juan..., fueron algunas de las primeras apuestas. Una savia nueva empezaba a recorrer las Fiestas de la Magdalena. La Federación iba creciendo.
La organización del nuevo ente festero, recogido en el marco estatutario, tiene una clara vocación asambleísta. La junta directiva, elegida democráticamente por todas las collas federadas tiene que velar por el cumplimiento de los Estatutos y por eso tiene un mandamiento. Se empiezan a crear las primeras Comisiones de trabajo. Nacen nuevas propuestas: Campeonato de Boli, Campeonato de Fútbol-sala intercollas, Día De la Bicicleta, Comisión de Cadafales, Comisión de Publicaciones...
Durante los primeros años de vida, la Federación duplicó el número de collas asociadas. Con una personalidad propia y diferenciada de otras formas de entender la fiesta, las collas federadas y, por extensión, el papel de las «collas» lograron un protagonismo social incuestionable, sobre todo durante la celebración de las Fiestas de La Magdalena. Pero, se tenía que hacer un nuevo paso hacia adelante.
El III Congreso Magdalenero
Un hito capital de aquella primera época fue, sin duda, la organización del III Congreso Magdalenero. Una propuesta que fue acogida en el seno de la fiesta “oficialista” con algunos recelos. No obstante, el reto era importante. El Congreso se celebró en el Salón de Actos de Bancaja de Castellón durante los días 10, 17 y 23 de junio del año 1995.
Las sesiones congresuales se llevaron a cabo los días 10 y 17 de junio y las jornadas estuvieron divididas en la presentación de tres ponencias marcos, como ejes vertebradores del Congreso.
La sesión inaugural tuvo lugar el día 10 de junio, con la formación de una Mesa integrada por el Sr. José Luis Gimeno, alcalde de la ciudad, el Sr. Paco Pascual, presidente de la Fundación Municipal de Fiestas, el Sr. Presidente de la Junta de Fiestas, el Sr. Xavier Pérez, presidente de la Federación Collas de Castellón y el Sr. Joan Bautista Campos, vicepresidente de la Federación de Collas.
A continuación se pasó a dictar y debatir la primera Ponencia: «Evolución de las Fiestas de la Magdalena desde el II Congreso Magdalenero y su futuro», a cargo del Sr. Sixto Barberà. A esta ponencia se presentaron las siguientes comunicaciones:
* El Pregón, una manifestación a dignificar, a cargo de la Sra. Chelo Pastor.
* El Festival Internacional de música de Fiesta, a cargo del Sr. Enrique Monerris.
* La gaiata del futuro, a cargo del Sr. Francisco Merchán.
Durante la sesión vespertina se dictó y se pasó a debatir la segunda Ponencia: «Integración de las Collas y su participación en el mundo de la Fiesta», a cargo del Sr. Sebastián Pla. En esta ponencia se presentaron las siguientes comunicaciones:
* La fiesta y la lengua, a cargo del Sr. Antoni Royo.
* Las Collas, las collas bares y otros comentarios, a cargo del Sr. Joan Bautista Campos.
A esta primera jornada congresual asistieron un total de 105 congresistas.
El Congreso se retomó el día 17 de junio, con la segunda jornada, en la que se realizó la tercera Ponencia: «Estructura y recursos (financiación) de los Entes festeros», a cargo del Sr. Lluís Domènech. A esta ponencia se presentaron las siguientes comunicaciones:
* Puntualizaciones sobre la estructura y financiación de las entidades festeras, a cargo del Sr. Albert Sánchez Pantoja y el Sr. Josep Luciera Aliento.
*Yo opino, a cargo de la Sra. Fina Irún Revest
* El cau gaiater. Donde está el patrocinio de las gaiatas?, a cargo del Sr. Vicent Ballester.
En esta jornada participaron 55 congresistas.
El viernes 23 de junio se celebró la sesión de conclusiones, las cuales fueron aprobadas por mayoría absoluta. Se creó una comisión post-congresual para hacer la redacción definitiva de las Conclusiones, y con el compromiso de su publicación posterior. Con ello, a las ocho de la tarde se celebró el acto de clausura del III Congreso Magdalenero.
Alrededor de este Congreso, la Federación de Collas organizó la celebración de unos actos culturales paralelos, los cuales se desarrollaron siguiendo la siguiente programación:
* Presentación de la publicación Alrededor de los nombres de las Collas, celebrada el día 9 de junio, en el Centro Municipal de Cultura, de Castellón de la Plana.
* Reunión de Dolçainers y Tabaleters, celebrada el día 9 de junio, en la plaza Mayor.
* Exposición fotográfica y cinematográfica titulada: «Un recorrido visual por los rincones del Castellón antiguo y actual, un recuerdo de las mejores imágenes de Castellón y sus fiestas», que se celebró del 12 al 17 de junio, en el Centro Cultural «Casa Abadía», de la fundación Caja Castellón-Bancaja, de Castellón de la Plana.
* Organización de la Noche de San Juan, en el paseo marítimo del Grao de Castellón, con una cena de sobaquillo, la encendida de hogueras y un castillo de fuegos artificiales, el día 23 de junio.
La Escuela Municipal de Dolçaina y Tabal de la FCC. Un hito logrado
La dolçaina y el tabal han estado presentes con continuidad en las fiestas fundacionales de Castellón de la Plana, cuando menos, desde buena parte del siglo XX. Así al menos lo manifiestan los programas de fiestas de la época, los libros de fiestas, las publicaciones y los documentos gráficos que nos han llegado de las Cabalgatas del Pregón, desde mediados del siglo pasado. Quizás la gente mayor todavía recordará los desfiles del Pregón de los años 50, en los que se escuchaban las dianas, los paso-dobles y los boleros interpretados por los famosos dolçainers de Tales, los herederos de aquella mítica historia que creó Josep Ramos.
En la década de los sesenta, la pareja de grauers formada por Manuel Bacas Xamberga y José Maria Illescas hizo aparición en el ámbito de la música popular, a través de sus actuaciones en las fiestas de la ciudad y arrabales de las comarcas castellonenses. Y fue, en buena parte a través de su maestría que nos ha llegado una buena parte del legado musical de la dolçaina y el tabal que ahora conservamos.
A principios de los años ochenta, con la democratización de las fiestas y la justa reivindicación de su carácter popular, aparecen un conjunto de collas y grupos de amigos, músicos entusiastas que, como la Colla de Dolçainers y Tabaleters de Castellón y otros, se van formando en la utilización y la interpretación de la dolçaina y el tabal. Con el paso del tiempo el concurso de estos grupos musicales forofos se hace imprescindible en cualquier acto público, donde la música popular forma parte fundamental. Despacio, van naciendo collas festeras y agrupaciones musicales en nuestra ciudad y alrededores, que cuenta en su sino, invariablemente, con una o más parejas de dolçainers y tabaleters. Y es así como el grito de la dolçaina y el tabal resuenan, ahora más que nunca por las calles festeras de nuestra geografía.
El año 1994, la naciente FCC se hizo eco de la necesidad de crear un marco referencial, desde el cual se pudiera fomentar y difundir la enseñanza de estos dos instrumentos musicales tradicionales en nuestra ciudad, con la creación de la Escuela Municipal de Dolçaina y Tabal de la Federación Collas de Castellón. En efecto, fue a comienzos de aquel año cuando la Junta Directiva de la Federación, encabezada por su presidente, Xavi Pérez, inició los primeros contactos con varios estamentos sociales y culturales de nuestra ciudad para crear los cimientos de la escuela. Las gestiones fructificaron el mes de noviembre de 1994, al empezar ya con carácter oficial el que fue el I Curso de enseñanza de la Escuela, que se desarrolló en las aulas del Colegio Público Sanchis Yago de la capital de la Plana.
La Escuela Municipal de Dolçaina y Tabal de la FCC contó, desde un primer momento, con el apoyo institucional de la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Castellón, que presidía el Sr. Miguel Angel Mulet, como no podía ser de otra manera. Y hay que decir que la idea fue acogida en el seno de la Concejalía con entusiasmo. La financiación de la escuela salía de las aportaciones de la entidad, a través de los ingresos en concepto de matriculaciones —la cuota anual por alumno era de 5.000 ptas (30 € aproximadamente) —, y una importante subvención municipal. Aquel primer curso contó con un total de cincuenta y seis alumnos que se distribuyeron en cuatro aulas de enseñanza (tres aulas de dolçaina y una de tabal).
El Curso 1995-96 se puede considerar como el curso de consolidación de La escuela. Aquel año académico se superó por primera vez el centenar de alumnos —102 matrículas—, los cuales fueron distribuidos en seis aulas docentes.
En cuanto al capítulo de actuaciones, la Escuela, además de las intervenciones durante las Fiestas de la Magdalena, también participó en los actos de las Fiestas de la Madre De Dios del Lidón y en el I Encuentro de Dolçainers y Tabaleters de Almazora. Como clausura del curso académico, el día 8 de junio del 1996, se celebró en la plaza Mayor, el II Encuentro Local de Dolçainers y Tabaleters de Castellón. La conclusión de aquel acto, donde participaron los grupos y collas de dolçainers de Castelló y comarca, estuvo a cargo de la Escuela.
En el año 1997, alumnos de la Escuela participaron en el II Encuentro de Dolçainers y Tabaleters de Almazora, y el día 6 de junio se celebró en la plaza Santa Clara, el acto de clausura del III Curso de la Escuela.
El VI Curso de la Escuela contó con una participación de 150 alumnos, los cuales fueron distribuidos en tres niveles diferentes de aprendizaje, bajo la dirección del Sr. Emilio Arrufat, y con el profesorado del Grupo D.I.T.
El año 2000 es un periodo de cambios importantes. La Junta Directiva de la Federación, encabezada por Vicent de Juan, creó la figura del Coordinador General de La Escuela. El cargo lo ocupa el inefable Joan Josep Trilles y, con esto, la Escuela toma un nuevo rumbo. Se perfila la figura del Coordinador Técnico de la Escuela, se hace un programa de estudios homologado y se dota a los enseñantes de nuevo material didáctico. Es así como se inicia una etapa de normalización que pretende consolidar y dignificar los estudios de la dolçaina y el tabal en nuestra ciudad.
El 24 de mayo de 2001, la asamblea de la FCC ratifica el nombramiento de Paco Magnieto como Coordinador Técnico de la Escuela, una persona comprometida y bien conocedora del mundo de la dolçaina y el tabal en nuestras comarcas.
La Escuela va creciendo a pasos agigantados. El Curso 2000-2001, la tasa de matriculados llega a 142 alumnos. En el siguiente curso la sede de la Escuela se traslada a las dependencias del Colegio Público Serrano Suñer. El proyecto formativo es ya una realidad, muy consolidada en nuestra ciudad y con una estructura organizativa, una gestión muy eficaz y cuenta con un Consejo Asesor.
La Escuela Municipal de Dolçaina y Tabal de La Federación de Collas de Castellón es un referente musical para los estudios de los dos instrumentos en nuestra comarca. Han pasado más de mil alumnos por sus aulas. Ahora, nos falta por conseguir la consideración académica pero vamos por buen camino.
La primera publicación
Fue con motivo de la celebración del III Congreso Magdalenero que un grupo de gente de collas nos emperramos en sacar una publicación que recogiera el talante de la asociación, a través del estudio de los nombres de las collas, como un intento de dar a conocer el colectivo a los castellonenses. El momento era propicio, y, además, la iniciativa significaba también crear los cimientos de lo que se avecinaba. El punto de partida de un proyecto “editorial” que iría creciendo o decreciendo con el latir del tiempo.
La idea, sin embargo, formaba parte de una propuesta más ambiciosa. Queríamos comenzar el camino hacia las publicaciones. Necesitábamos crear un marco referencial, el vehículo que proyectara el mundo de las collas federadas al exterior. Pensamos en editar una revista de contenido cultural y festero. La publicación abriría otra vía de comunicación y diálogo con el mundo del que formábamos parte. Sería una publicación periódica sobre el mundo de las Collas —una iniciativa que, finalmente, cuajó en las fiestas de la Magdalena del año 1996, con la salida a la calle del núm. 0 de la revista Plaza Mayor—. Una revista de contenido cultural que, con el tiempo, se ha convertido en un referente del mundo de las collas.
“Al voltant dels noms de les Colles” era la primera publicación que iba a editar la Federación. Escogimos el tema de los nombres de las collas, porque nos parecía que, en un colectivo tan amplio y diverso como la Federación, este motivo era justamente el nexo de unión entre todos. “Unidos en la diversidad”. Este fue el lema que nos alentó a trabajar.
Se creó una comisión de trabajo y nos metimos de lleno manos a la obra. Se diseñó una encuesta ad hoc. Solicitamos la colaboración de todas las collas federadas, para que nos explicaran de una manera sencilla, aquello que se escondía detrás del nombre de cada colla, cuál era el significado que le daban. Queríamos saber, en definitiva, el cómo y el porqué de todo.
Recogimos este material. Hicimos una primera clasificación de los nombres. Pero no nos conformábamos con crear solo un censo de las collas. La publicación nacía con la voluntad de divulgar y a la vez de informar. Por ello le dimos forma.
Finalmente, la publicación se presentó en la primavera de 1995, en el salón de actos del Centro Municipal de Cultura, dentro del programa de actividades de la celebración del 50 Aniversario de las Fiestas de la Magdalena. Se hizo una primera edición de 3000 ejemplares que se imprimieron en los obradores de la imprenta Papeles Impresos, de Castellón, y contó con el patrocinio de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castellón de la Plana.
Un proyecto editorial ligado a la cultura del pueblo
Con la edición de la revista Plaza Mayor se inicia un proyecto editorial que se va consolidando. La revista es un tipo de magazine, donde se recoge puntualmente la información que genera el mundo de las collas federadas. Despacio se van abriendo nuevas secciones. La buena mano de los literarios locales va manchando el negro sobre el blanco. La publicación va ganando en contenido y se va adaptando a las necesidades informativas de las Collas.
Otro hito importante ha sido la organización en tándem con la Librería Babel de Castellón de la Convocatoria del Premio de Narrativa Breve Josep Pascual i Tirado que este año (2004) ya ha llegado a su IV edición. Las obras y los autores galardonados en las ediciones anteriores han sido los siguientes:
*Ginger no tiene zapatos (Reyes Lliberós,2000),
* Los cinco gritos (Manolo Navarro, 2001),
* Mujeres amantes y 10 ejercicios de fidelidad (Xavier *Minguez, 2002) y,
*Contacontes (Pasqual Más, 2003).
El premio, patrocinado en principio por la Diputación Provincial, cuenta desde la edición del 2002 con el apoyo editorial de Brosquil Ediciones.
Otras publicaciones de la FCC han sido las siguientes:
* Estudios para Dolçaina. Canciones (Volumen II), (2001), de Paco Magnieto y Sergi Vilar. Castellón de la Plana.
* 1981-2000. Veinte años de Dolçaina y Tabal en Castellón, (2002). Castelló de la Plana.